Reunión de Apoderados

 

Presentación Oración Reunión de Padres y Apoderados Lunes 11 de junio, a las 15:30 hrs.

 

Oración Apoderados Mes de Junio.

+ Se lee pausadamente texto de Lc. 19,1-10

+ Encontramos un texto que nos revela un aspecto maravilloso de la personalidad de Jesús de Nazareth, su “mirada diferente” base de la valoración de los acontecimientos y de las personas que lo rodean.

Estamos en Jericó, un oasis en medio del desierto de Judea, paso obligado de muchas caravanas cargadas de mercaderías que van y vienen desde esta zona hacia el oriente. Eso convierte esta ciudad en un lugar importante, bullente de comercio y lleno de servicios que se ofrecen a los viajeros y comerciantes.

En esta ciudad vive Zaqueo, jefe de los cobradores de impuestos para el Imperio Romano. Un pequeño hombre, poderoso en recursos, odiado por su pueblo por cobrar impuestos para los dominadores y por aprovecharse de su función para robar. Por eso es considerado un “publicano”, es decir, un pecador público. Su posición social no es para nada cómoda, tiene mucho poder económico…pero es un postergado en su propio pueblo.

Es en este contexto que sucede un acontecimiento que cambia la vida de este hombre, sabe que Jesús vendrá a Jericó y hace el esfuerzo de verlo. Hay algo que le falta, es un hombre que no se siente pleno y que está en búsqueda. Su baja estatura le impide ver entre la multitud y sube a un sicómoro, haciendo un gesto ridículo, él, el poderoso de Jericó encaramado en un árbol como un chiquillo.

En el centro de esta escena aparece Jesús el Maestro, quien lo mira y de entre todos los que conforman este mar humano se fija en él. Una mirada que está desprovista de las características de los de su pueblo, no expresa condena alguna por la condición de este hombre y de la que él mismo es consciente, sino que se siente acogido como persona, llamado por su nombre: Zaqueo (que irónicamente significa “puro”). Se hace invitar a su casa llenándole de asombro y de alegría, pero también provocando el escándalo de la gente y los más ásperos comentarios.

Sabemos qué se opera en el corazón de Zaqueo, viene un reconocimiento de su estilo de vida  y ve que no puede seguir igual, y ante Jesús elabora un propósito, casi un nuevo proyecto de vida.

Si esta es la mirada de Jesús, ¿cuál es la nuestra?, ¿quiénes son nuestros publicanos hoy? ¿o los postergados? Pero no de nuestra sociedad, sino aquellos que son postergados de mi corazón.  (Se pueden comentar estas preguntas).

Dos hombres en búsqueda, Zaqueo queriendo ordenar su vida para tener paz, y Jesús en su incansable búsqueda del pecador que lleva a esta espectacular síntesis: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”.

Por eso es un acto valiente subirse al sicómoro…pero mucho más valiente es decidir dejar en él nuestros remordimientos, culpas, miserias, pecados, prejuicios, desánimos, depresiones, etc. Y después abrir las puertas de nuestra “casa” para que entre el Señor.

Preces.

Pidamos por todos aquellos que se sienten cómodos con su vida y que piensan que nada puede cambiar, que tengan la valentía de subir al “árbol del perdón”. Roguemos al Señor.

Danos Señor un corazón de peregrinos, que nos coloquemos siempre en búsqueda de Ti y no ahorremos esfuerzos en querer verte. Así, Señor, tenemos la certeza de que nos encontraremos con tu mirada de misericordia. Roguemos al Señor.

Por nuestros alumnos, que se acercan al fin de este primer semestre, que puedan incrementar su esfuerzo en crecer, siendo ellos los primeros beneficiados de esto. Roguemos al Señor.

(Se comparten algunas intenciones libres)

 

Terminemos nuestra oración con las palabras que el Maestro nos enseñó: Padre nuestro…

 

Zaqueo

 


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