Reflexión Mes de Noviembre

 

Reflexión Noviembre.

Hemos Comenzado el mes de María, ocasión propicia para que nuestro amor a Jesús se “tome de la mano” de la Madre para conocer y acoger al Salvador.

Génesis 3, 14-15

“Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: ‘porque hiciste eso maldita seas entre todos los animales domésticos y todas las fieras salvajes. Caminarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré hostilidad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Ella te aplastará la cabeza y tu le herirás el talón’» ¡Palabra de Dios!

En María los cristianos reconocemos y aglutinamos las virtudes más excelsas del género humano desde la perspectiva de la Salvación. En ella se dan en plenitud los elogios más nobles que la mujer puede recibir en la Sagrada Escritura, Eva, Sara, Ruth, Ester, y tantas otras que destacan en los textos sagrados son reconocidas por su escucha atenta al Señor y por hacer su voluntad. Nuestros obispos en la reflexión que nos ofrecen para el mes de María nos dicen: “El rol de la Virgen María en la historia de Salvación puede ser ya visto en textos del Antiguo Testamento que, leídos desde hoy, son parte del acontecimiento salvador que nos ha llegado en Jesús.

El texto escuchado nos narra en forma de oráculo divino, la lucha entre la serpiente que seduce a Eva y la fuerza de la mujer.

Tal como lo señala el Concilio Vaticano II, la madre del Redentor “aparece ya proféticamente bosquejada en la promesa de victoria sobre la serpiente”

El contexto deja entrever la victoria de la descendencia de la mujer, lo que también nos permite ver aquí a la madre del definitivo vencedor del mal.

María, Madre del Verbo encarnado, está situada en el centro mismo de aquella “enemistad”, de aquella lucha que acompaña la historia de la humanidad en la tierra y la historia misma de la salvación. En este lugar ella, que pertenece a los “humildes y pobres del Señor”, lleva en sí como ningún otro, entre los seres humanos, aquella “gloria de la gracia” que el Padre “nos agració en el Amado”, y esta gracia determina la extraordinaria grandeza y belleza de todo su ser”.

Por eso en este mes, queremos elevar nuestra oración para alcanzar de la mano de María a su Hijo Jesús. Necesitamos al finalizar este año escolar nos vengan las gracias especiales y el apoyo incondicional de nuestra Madre, María, para todos nosotros.

ORACIONES PARA COMPARTIR EN LA REUNIÓN DE APODERADOS:

Oremos dando gracias a Dios Padre por su plan de salvación de plenitud para toda la humanidad. ¡Gracias Señor!

Demos gracias también porque desde este plan de salvación sabemos que el bien siempre está sobre el mal y que estamos llamados a estar atentos para buscar el camino de la entrega generosa. ¡Gracias Señor!

Oremos de modo especial por aquellos que no logran ver la luz, la verdad o que viéndola no saben cómo salir de caminos oscuros y sin sentido. ¡Gracias Señor!

(Se invita a expresar otras oraciones).

Concluimos con el Padre Nuestro y el Ave María.

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