El pasado 18 de Noviembre los jóvenes vivieron su última Eucaristía después de estar cuatro años en nuestro Colegio, siempre estando de la mano de Jesús y la Santísima Virgen María, sobre todo que San Luis Orione, Santo fundador, quien nos enseña cómo dirigirse y colocar  todo en sus manos.  La invitación de «soñarse», de ser discípulos y aprender de Cristo como gran maestro debe ser el norte que los guiará hacia una santidad.

Durante la celebración se entregaron estímulos a aquellos alumnos y alumnas que entregaron tiempo y esfuerzo en distintas actividades engrandeciendo aún más a nuestra comunidad educativa.

“Que vuestras lámparas no se queden sin aceite, sino que ardan y brillen siempre “
San Luis Orione.

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