“Amemos a nuestra escuela y hagamos que nuestros alumnos la amen. El que enseña es el que debe despertar ese amor, de modo que la escuela se transforme en santuario consagrado al saber y a la virtud de nuestros alumnos, y así ellos no piensen ni deseen otra cosa que estar en su escuela, con sus maestros. Y el que enseña obtendrá ese feliz resultado, si hace agradable y llevadera la enseñanza _ y no pesada y aburrida _ llevando a sus alumnos gradualmente, de la mano, como una madre lleva a sus hijos”. Hermosas palabras y significativo mensaje que nuestro  fundador San Luis Orione nos insta a recordar y aplicar.Todo ello se materializa en esta trascendental oportunidad, donde un numeroso grupo de 198 estudiantes, egresan de nuestras aulas para ser testimonio fiel del carisma de nuestra Congregación.

Felicitamos a todos ellos y les deseamos éxito en esta nueva etapa.

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